En mis sueños de las olas:
Mi boca va abierta
y adentro tiembla un unicornio.
Y en mi garganta,
vive una voz más allá de las vidas.
En mis sueños de las olas:
El agua no es salada
ni dulce.
El mar es de labios
de manos, de rodillas,
de pieles que se abren
y se cierran,
que se hunden, se sueñan,
se aprietan,
se odian, se queman,
se repudian,
se funden como un latido confitado.
El mar es como una gota de luz desesperada
y pálida. En medio del fuego bendito.
Como una luz abierta
de par e impar.
En mis sueños de las olas:
El unicornio que tiembla en mi voz
y más allá,
revienta en el infinito
sueño de las olas....
sábado, 29 de marzo de 2008
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